miércoles, 22 de agosto de 2012

A LOS 40 AÑOS DEL SUTEP LOS MAESTROS PERUANOS SIGUEN LUCHANDO

A los 40 años del SUTEP los maestros peruanos siguen luchando
José Ramos Bosmediano, ex Secretario General del SUTEP
A ellos, a los que siempre luchan
 
EL sábado pasado, 18 de agosto, el Sindicato Único de los Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP) ha decidido iniciar una nueva huelga nacional indefinida a partir del próximo 5 de setiembre. 
Una larga historia de heroica lucha
Quién no conoce la historia de la lucha de los maestros en América Latina, como lo demostró José Carlos Mariátegui en su libro "Temas de Educación" al mencionar y valorar el esfuerzo reivindicativo de los maestros chilenos, argentinos y uruguayos, pioneros en la organización sindical de los profesores latinoamericanos cuya lucha por sus derechos laborales estaba unida a la lucha por la transformación social y por una nueva educación, en momentos en que la vanguardia socialista impulsaba la lucha de los trabajadores.  Desde los albores de las luchas sociales en nuestros `pueblos latinoamericanos, pues, ha sido la izquierda la impulsora de ellas, no la derecha, que siempre ha estado comprometida con el atraso económico y social y con la conservación de las estructuras de dominación, desigualdad e injusticia, la que  para encubrir su papel conservador ha solido y suele acusar a los izquierdistas de "manipuladores" de las masas, pero, cuando ha podido, esa derecha  ha utilizado a los maestros para sus fines electorales al servicio de la dominación oligárquica.
Desde la década de los años 60 del siglo XX los maestros latinoamericanos emprendieron un proceso de organizaciónl para fundar sindicatos únicos de tendencia clasista , pues el sindicalismo "libre" exportada desde Estados Unidos había convertido a los gremios de trabajadores en simples instrumentos de pasividad sindical para favorecer a las clases dominantes, hecho que se dio también en los gremios magisteriales, donde había más de un sindicato, fragmentación que impedía la lucha unitaria por sus derechos.  Esa experiencia lo conocimos en el Perú de aquella década.
El movimiento de unificación del magisterio de las décadas de los 60 y los 70 fue continental, incluso mundial.  En ese contexto surgieron los nuevos sindicatos magisteriales en Argentina, Brasil, Ecuador, Honduras, Colombia, etc.
En el Perú se fundó el SUTEP día 6 de julio de 1972 en un Congreso Nacional que por primera vez en nuestro decidió dotar a los maestros de una organización de unidad clasista, con un Pliego de Reclamos que reclamaba los  derechos fundamentales:  un sueldo básico para todos los maestros, su estabilidad laboral, el derecho irrestricto a su organización sindical y a la huelga, pero también el derecho a proponer políticas educativas para cambiar el caduco sistema educativo.  Uno de los aportes más significativos del SUTEP, desde su fundación, es su presencia en las luchas del pueblo peruano, participando activamente en la fundación de los Frentes de Defensa de los Intereses del Pueblo (FEDIP), una relación fluida de los maestros con los sectores explotados de nuestro país, relación que para la derecha es, casi, un "delito" y una "ofensa" contra la vieja concepción que define al maestro como un "apóstol" pasivo e inclinado frente al poder de turno. No es casual que el filósofo Luis Felipe Alarco, cuando fue Ministro de Educación en 1980, dijo que durante los 12 años de la dictadura militar de 1968-1980 fue el SUTEP el que había salvado la dignidad nacional.  Le costó el cargo, pero decía la verdad.   En estos años se sigue escuchando y leyendo opiniones que tratan de negar a los maestros el derecho de participación en la vida política del país, idea oscurantista que tiñe también el proyecto de reforma de la ley magisterial que el gobierno "nacionalista" ha puesto en manos del Congreso de la República.
Hasta hoy son nueve huelgas protagonizadas por el SUTEP, decenas de paros y  movilizaciones, muchos de ellos en unidad con los demás sindicatos y los Frentes de Defensa.  La lucha contra el fujimontesinismo tuvo en el SUTEP uno de los factores más importantes, especialmente en la lucha contra su reforma educativa neoliberal, madre de la política magisterial de los tres primeros gobiernos de este siglo XX y que el actual se empecina en perpetuar.  Aunque se pretenda ocultar, el SUTEP jugó un rol movilizador contra la Constitución fujimontesinista que se impuso a través del fraudulento Referéndum del 31 de octubre de 1993, defendida hoy, sin ninguna vergüenza, por los posteriores gobernantes.
¿Cómo han respondido las clases dominantes y sus voceros oficiales y oficiosos a la lucha del SUTEP?  En una primera etapa, negando las justas exigencias de los maestros y reprimiendo a los dirigentes con cárceles, juicios, maltratos físicos y destituciones del trabajo.  Al arribar el neoliberalismo y su reforma educativa a la chilena, empezaron a esgrimir la mentira de que el SUTEP y los maestros son los culpables de la crisis educativa, argumento con el cual han llegado a embaucar a no pocos padres de familia, periodistas ignorantes y/o venales, así como a tantos "expertos"  en educación.  Para los negociantes de la educación privada este argumento es el mejor recurso para seguir expandiendo ese vil negocio.  Al mismo tiempo, la derecha acusó también al SUTEP por su falta de propuesta educativa, pero cuando el sindicato presentó su proyecto educativo al Parlamento fujimorista (1994) y nuevamente en el año 2002, esa derecha se negó a discutir las propuestas, tal como está haciendo en estos momentos con el Proyecto de Ley Magisterial presentado al Parlamento actual por el sindicato.
En esta larga lucha el factor interno que siempre jugó  un papel disociador y hasta favorable a la acción divisionista de los gobiernos y sus fines antisindicales fue Sendero Luminoso.  Su acción  divisionista se percibe mejor en estos momentos cuando inicia una "huelga nacional" en nombre pero al margen del sindicato, levantando las reivindicaciones contra las cuales se pronunciaba en el pasado.  Su "huelga nacional" fue tan "contundente" que se está desmoronando al margen de los "iluminados dirigentes", quienes están dispuestos a firmar actas en las cuales los funcionarios del gobierno les prometan "conversar después".  En cuanto se enteraron del próximo inicio de la huelga indefinida del SUTEP, los senderistas vienen declarando que la suspensión de su "huelga nacional" es "temporal", como si el regreso a clases de los maestros involucrados en esa irresponsable aventura hubiese sido el resultado de algún evento deliberativo de su organismo supuestamente sindical, el CONARE, fachada del MOVADEF, fachada política, a su vez, de Sendero Luminoso.
Una huelga justa
En condiciones  muy especiales la huelga programada para el 5 de setiembre será una lucha que requiere el máximo acatamiento y la unidad más férrea en torno a la dirigencia nacional y su Comité Nacional de Lucha.
Requiere el apoyo de los demás sindicatos, de los padres de familia, de los estudiantes y de las fuerzas políticas de izquierda y progresistas, pues la  derecha neoliberal está dispuesta a cerrar filas para la defensa de la política magisterial neoliberal que propicia ahorro fiscal con el argumento tecnocrático y productivista de la "meritocracia".  Esa derecha neoliberal se unifica hoy en torno al gobierno del Presidente Ollanta Humala y su Ministro de Economía Luis Castilla, funcionario made in USA-Banco Mundial, funcionario quien podría estar en el mismo cargo con el gobierno español de Rajoy, en esa España donde los derechos de los maestros y el derecho mismo a la educación siguen recortándose para cumplir con las exigencias de los banqueros europeos y estadounidenses.
La derecha neoliberal está dispuesta a derrotar el movimiento magisterial del SUTEP.  Como lo insinuó el único intelectual aprista, camuflado en La República, esa derecha prefiere un SUTEP en manos de Sendero Luminoso, pues no duraría ni un año para desaparecer.  Por su parte, el APRA busca derrotar al SUTEP para generar otro sindicato, dócil al neoliberalismo que ese partido defiende hoy con vehemencia, dando un primer paso con la  conformación de  un segmento magisterial "privilegiado"  a través de su Ley de Carrera Pública Magisterial 2007).
Será, pues, una lucha compleja, difícil, pero también definitoria del futuro desarrollo del SUTEP, mucho mejor con la conquista de una nueva Ley Magisterial que recupere los derechos de los docentes y siente las bases para el ejercicio de la docencia en mejores condiciones materiales y espirituales, en las cuales la llamada "meritocracia" no solamente sobra, sino que es un factor que profundizará aún más la crisis de la educación peruana. 
La huelga que se iniciará el 5 de setiembre es justa y razonable.  Justa porque el diálogo con el gobierno ha sido un engaño por parte del gobierno, de manera que a los maestros no les queda otra alternativa que recurrir a otras formas de lucha.  Razonable, porque las exigencias del SUTEP responden a las necesidades reivindicativas de los maestros peruanos, aspiraciones postergadas y sustituidas por medidas contrarias a los derechos conquistados en tantos años de lucha; y porque el contenido de la Ley de Reforma es, simplemente, un clon de la Ley de Carrera Pública Magisterial vapuleada por la mayoría de los docentes.
Como para demostrar mejor el contenido neoliberal  del proyecto del gobierno, uno de los altos burócratas del Ministerio de Educación, el Viceministro de Gestión Pedagógica, Martín Vegas, está garantizando pensión jubilatoria del 60% de la remuneración mensual; es decir, no hay, según la nueva ley, pensión digna para los maestros que se jubilan, como no hay estabilidad laboral.  En el colmo de la burla contra los maestros, considera como un gran aumento los 100 soles que ofrece el gobierno para todos los maestros, cuando el costo de la canasta básica bordea los 2000 soles.  Para los gobernantes actuales los maestros pueden trabajar con un salario equivalente a cuatro almuerzos de un alto burócrata.  Martín Vegas, como se sabe, viene de Foro Educativo, una ONG que siempre ha ponderado su papel en la generación de un proyecto educativo que permita mejorar la educación peruana.  La Ministra de Educación  viene también de esa cantera, así como la mayoría de los miembros del Consejo Educativo Nacional; y del Consorcio de Educadores Católicos.  En suma: la educación privada orientando a la educación pública.
¡Es demagogia pura hablar todos los días de logros en el aprendizaje manteniendo una política magisterial contraria a las necesidades reales de los maestros!  Esta contradicción indigna a los  maestros peruanos y convierte en justa y razonable la huelga indefinida que iniciarán el 5 de setiembre.
¡Honor a los mártires del magisterio peruano asesinados por el Estado y por Sendero Luminoso!
Lima, 22 de agosto del 2012