sábado, 21 de noviembre de 2009

Crisis educativa en el Perú: Su negra expresión privada. -

Mensaje

: José Ramos Bosmediano, educador, miembro de la Red Social para la Escuela Pública en América (Red SEPA, Canadá), ex Secretario General del SUTEP, Asesor Pedagógico del SUTE Regional Loreto. Se ha desatado un escándalo mayúsculo a raíz de los viajes de magistrados y altos miembros del partido aprista, gobernantes y miembros del actual Congreso de la República, viajes sufragados por la universidad privada ALAS PERUANA; es decir, un charco de conductas que compromete a los tres poderes básicos de la democracia burguesa que demuestra, una vez más, no solamente su crisis real, sino su descomposición política y moral. Los medios de información dicen de los pormenores de este nuevo escándalo, al que se une el descubrimiento de un pobre diablo metido de espía a favor de los planes económicos y bélicos de la gran burguesía chilena, militarista, fascista y soporte principal del neoliberalismo del Consenso de Washington. Me propongo dirigir mi visión hacia los problemas de fondo, pues la prensa y los funcionarios que están tratando este problema no irán más allá de describir el escándalo, con más o menos "indignación" y hasta quejidos moralistas, como es su costumbre. Al final, los implicados quedarán un poco "chamuscados" pero seguirán nadando en las sucias aguas de la política criolla, gobernando, decidiendo, como ocurre con Jorge del Castillo, que sigue escribiendo, con su rostro "rejuvenecido", en La República de Lima, y que hasta se ha atrevido a formar un grupo numeroso de "asesores" para implementar la política anticrisis, como si los "petroaudios" y las reuniones con el mafioso empresario Fortunato Canaán no significarían sino un "pecadillo", como dijera el "demócrata ejemplar" Luís Bedoya Reyes, que se prepara, dicho se a de paso, para recibir un Honoris Causa, nada menos que de la gloriosa Universidad Nacional Mayor de San Marcos (¡!). Un problema de fondo: la privatización de la educación peruana. Nos encontramos en una circunstancia propicia para mirar con mayor nitidez el fracaso rotundo de la privatización de la educación que propicia la denominada "reforma estructural" del neoliberalismo en el Perú y en América Latina, pero principalmente en el Perú. Fracaso en tanto y en cuanto dicha reforma, aplicada a la educación, pretendió vender la ilusión de que privatizando el servicio educativo iba a generarse un proceso de superación de la crisis y, en consecuencia, el "mejoramiento de la calidad de la educación". Por supuesto, para que esa ilusión se convirtiera en realidad, era necesario abrir las puertas para la inversión privada en educación, en todos los niveles; anular todos los derechos laborales y profesionales de los docentes y demás trabajadores en la educación; desmantelar al Ministerio de Educación de sus cuadros profesionales y reemplazarlos por "consultores", profesionales "de confianza" y terceros privados para cumplir con las tareas básicas de la administración, capacitación y evaluación de los maestros; y anular la Ley del Profesorado para sustituirla por lo que hoy se denomina Ley de Carrera Pública Magisterial, esperpento de la desregulación laboral de la docencia de los niveles y modalidades de la educación básica. Esta reforma educativa neoliberal, acompañada por la teoría curricular pragmatista del "nuevo enfoque" constructivista, con municipalización y "autonomía" escolar, empezó entre 1991 y 1995, en pleno auge del fujimorismo, incluyendo las evaluaciones estandarizadas, incluso en las universidades estatales, cuya invasión militarizada en 1994 fue el soporte físico y psicológico para imponer rectores mediocres y áulicos del poder de turno. Cabe recordar que el SUTEP, con el dolor que sintió el extinto sacerdote católico Felipe Mc Gregor, quien escribiera en un pequeño libro que "un sindicato radical, con su huelga de 109 días, no permitió que el Presidente Fujimori llevara a cabo toda su reforma educativa", refiriéndose, desde luego a la larga huelga nacional de 1991 que levantara la consigna: ¡PRIMERO SON LOS NIÑOS Y NO LA DEUDA EXTERNA!, desarrolló una lucha de resistencia activa contra ese régimen corrupto. En aquella década, es lamentable decirlo, los maestros del SUTEP luchamos casi solos frente a la reforma educativa neoliberal. Eran pocos los maestros de la educación superior universitaria que levantaron su voz de solidaridad con nuestra lucha. Políticos y "expertos" en educación vivían pensando en cómo obtener "alguito" de los dispositivos legales y hasta se prestaron para "capacitar" a los maestros en la aplicación de la pedagogía constructivista. Los maestros universitarios, con algunas excepciones, consideraron, tal vez, que la reforma no les iba a tocar, no obstante las invasiones militarizadas de 1994 y al carácter privatizador de la reforma educativa neoliberal, de alcance totalizador como parte del programa económico en marcha. El llamado para forjar el Frente de Defensa de la Educación y la Cultura en el Perú no encontró, pues, eco en la docencia de la educación universitaria. Como ironía de la historia presente, la huelga nacional indefinida actual de los maestros universitarios de las universidades públicas, iniciada el 23 de septiembre, levanta las mismas consignas de los 90, revela con mayor crudeza la insensibilidad de los gobernantes de turno que, en realidad, no es, principalmente, insensibilidad, sino proyecto privatizador a secas, afán de recortar más el presupuesto educativo público y seguir manteniendo un profesorado universitario en condiciones de miseria, obligados a supervivir con cátedras adicionales en universidades privadas y en centros de preparación preuniversitaria, amén de otros "cachuelos", como vender separatas o textos elaborados con la premura de quien casi no tiene suficiente tiempo para investigar. A la sombra de la privatización educativa. En el escenario descrito, el gobierno de Fujimori dio el Decreto Legislativo 882 de 1996, verdadera ley universitaria para favorecer la creación de universidades privadas en todo el país, con filiales que han crecido como hongos, a tal punto que del más de medio millón de estudiantes matriculados en la educación universitaria, el 50% corresponde a las privadas (56). En este contexto nace ALAS PERUANAS, de iniciativa castrense y de sospechosas relaciones con Vladimiro Montesinos. Hay que estar seguros de que esta universidad (así hay que llamarla porque tiene reconocimiento legal) ha crecido como "crece la sombra cuando el sol declina", o sea cuando la universidad pública es abandonada a su suerte. ¿Qué clase de profesionales puede formar esta mafia supuestamente académica? ¿Cómo es posible que haya profesionales que decidan aceptar Honoris Causa de esta cueva de mediocridad? Todo ello nos indica la podredumbre de no pocos gobernantes y magistrados, cuyos afanes de figuración y de prebendas rebasa el límite de la mínima conducta moral. ¿ALAS PERUANAS es la única universidad privada sumida en las negras aguas del Leteo de la corrupción? Claro que no. El caso de la universidad San Ignacio de Loyola, de propiedad del ex Ministro toledista Raúl Diez Canseco Terry, "Playboy" que legisló prebendas para la familia de su novia, es un ejemplo de cómo entender que una institución de propiedad de un inmoral garantizaría la formación de profesionales "emprendedores" para "el progreso del Perú". No se puede soslayar el dudoso proceso de adquisición de la Universidad "San Martín de Porres que regenta el actual Ministro de Educación José Antonio Chang, cuya "escuela de gobernabilidad" dirigida por el Presidente Alan García están dando los frutos, nada auspiciosos, que todos conocemos, con Rómulo León como el alumno más aprovechado del "tercio superior". Si hurgáramos en la vida interna y los manejos financieros de cada universidad privada, observaríamos mejor el nefasto papel que viene cumpliendo la educación privada en nuestro país, no solamente en el campo académico, sino en la (de) formación moral de nuestra juventud. Las voces de "profesionales emprendedores", profesionales competitivos", "líderes empresariales" y otras monsergas que el neoliberalismo ha vulgarizado en estas últimas dos décadas, no son sino taparrabos de una ideología individualista que promueve la corrupción, el autoengaño y la farsa educativa que campea en nuestros predios de hegemonía de los mediocres gobernantes y sus funcionarios. Hay que resistir y luchar sin tregua. Como nos dice Ernesto Sábato en sus libros "La resistencia" y "Hasta el fin", la derrota de hoy es pasajera. Los bribones reirán en estos tiempos, pero días vendrán en que las fuerzas espirituales más nobles extenderán sus alas la esperanza en un mundo mejor. En el caso que nos ocupa, hay que seguir resistiendo la avalancha neoliberal; la campaña de los testaferros del neoliberalismo; los negociados de los comerciantes de la educación que vienen amasando ingentes ganancias favorecidos por un Estado que les sigue otorgando el privilegio de negociar con los anhelos de superación de nuestro pueblo. La firma del TLC es uno de los mecanismos que tiene la industria transnacional de la cultura para venir a invertir en educación con el postulado de que la educación no es un derecho sino un servicio y, como todo servio, en el argot de la Organización Mundial del Comercio, es una mercancía, por lo tanto, transable y sujeta a compra y venta en el libre mercado. La lucha por una nueva educación, transformadora e integral, democrática y popular, laica, basada en la escuela pública gratuita y universal, al servicio de un proyecto nacional de desarrollo que hay que construir como parte de la conquista del poder, sigue más vigente que nunca. Iquitos, corazón de la Amazonía peruana. Noviembre 14 del 2009. http://vanguardia-intelectural.blogspot.com
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lunes, 16 de noviembre de 2009

Crisis educativa en el Perú: su negra expresión privada -

Mensaje

: Se ha desatado un escándalo mayúsculo a raíz de los viajes de magistrados y altos miembros del partido aprista, gobernantes y miembros del actual Congreso de la República, viajes sufragados por la universidad privada ALAS PERUANA; es decir, un charco de conductas que compromete a los tres poderes básicos de la democracia burguesa que demuestra, una vez más, no solamente su crisis real, sino su descomposición política y moral. Los medios de información dicen de los pormenores de este nuevo escándalo, al que se une el descubrimiento de un pobre diablo metido de espía a favor de los planes económicos y bélicos de la gran burguesía chilena, militarista, fascista y soporte principal del neoliberalismo del Consenso de Washington. Me propongo dirigir mi visión hacia los problemas de fondo, pues la prensa y los funcionarios que están tratando este problema no irán más allá de describir el escándalo, con más o menos "indignación" y hasta quejidos moralistas, como es su costumbre. Al final, los implicados quedarán un poco "chamuscados" pero seguirán nadando en las sucias aguas de la política criolla, gobernando, decidiendo, como ocurre con Jorge del Castillo, que sigue escribiendo, con su rostro "rejuvenecido", en La República de Lima, y que hasta se ha atrevido a formar un grupo numeroso de "asesores" para implementar la política anticrisis, como si los "petroaudios" y las reuniones con el mafioso empresario Fortunato Canaán no significarían sino un "pecadillo", como dijera el "demócrata ejemplar" Luís Bedoya Reyes, que se prepara, dicho se a de paso, para recibir un Honoris Causa, nada menos que de la gloriosa Universidad Nacional Mayor de San Marcos (¡!). Un problema de fondo: la privatización de la educación peruana Nos encontramos en una circunstancia propicia para mirar con mayor nitidez el fracaso rotundo de la privatización de la educación que propicia la denominada "reforma estructural" del neoliberalismo en el Perú y en América Latina, pero principalmente en el Perú. Fracaso en tanto y en cuanto dicha reforma, aplicada a la educación, pretendió vender la ilusión de que privatizando el servicio educativo iba a generarse un proceso de superación de la crisis y, en consecuencia, el "mejoramiento de la calidad de la educación". Por supuesto, para que esa ilusión se convirtiera en realidad, era necesario abrir las puertas para la inversión privada en educación, en todos los niveles; anular todos los derechos laborales y profesionales de los docentes y demás trabajadores en la educación; desmantelar al Ministerio de Educación de sus cuadros profesionales y reemplazarlos por "consultores", profesionales "de confianza"y terceros privados para cumplir con las tareas básicas de la administración, capacitación y evaluación de los maestros; y anular la Ley del Profesorado para sustituirla por lo que hoy se denomina Ley de Carrera Pública Magisterial, esperpento de la desregulación laboral de la docencia de los niveles y modalidades de la educación básica. Esta reforma educativa neoliberal, acompañada por la teoría curricular pragmatista del "nuevo enfoque" constructivista, con municipalización y "autonomía" escolar, empezó entre 1991 y 1995, en pleno auge del fujimorismo, incluyendo las evaluaciones estandarizadas, incluso en las universidades estatales, cuya invasión militarizada en 1994 fue el soporte fisco y psicológico para imponer rectores mediocres y áulicos del poder de turno. Cabe recordar que el SUTEP, con el dolor que sintió el extinto sacerdote católico Felipe Mc Gregor, quien escribiera en un pequeño libro que "un sindicato radical, con su huelga de 109 días, no permitió que el Presidente Fujimori llevara a cabo toda su reforma educativa", refiriéndose, desde luego a la larga huelga nacional de 1991 que levantara la consigna: ¡PRIMERO SON LOS NIÑOS Y NO LA DEUDA EXTERNA!, desarrolló una lucha de resistencia activa contra ese régimen corrupto. En aquella década, es lamentable decirlo, los maestros del SUTEP luchamos casi solos frente a la reforma educativa neoliberal. Eran pocos los maestros de la educación superior universitaria que levantaron su vos de solidaridad con nuestra lucha. Políticos y "expertos" en educación vivían pensando en cómo obtener "alguito" de los dispositivos legales y hasta se prestaron para "capacitar" a los maestros en la aplicación de la pedagogía constructivista. Los maestros universitarios, con algunas excepciones, consideraron, tal vez, que la reforma no les iba a tocar, no obstante las invasiones militarizadas de 1994 y al carácter privatizador de la reforma educativa neoliberal, de alcance totalizador como parte del programa económico en marcha. El llamado para forjar el Frente de Defensa de la Educación y la Cultura en el Perú no encontró, pues, eco en la docencia de la educación universitaria. Como ironía de la historia presente, la huelga nacional indefinida actual de los maestros universitarios de las universidades públicas, iniciada el 23 de septiembre, levanta las mismas consignas de los 90, revela con mayor crudeza la insensibilidad de los gobernantes de turno que, en realidad, no es, principalmente, insensibilidad, sino proyecto privatizador a secas, afán de recortar más el presupuesto educativo público y seguir manteniendo un profesorado universitario en condiciones de miseria, obligados a supervivir con cátedras adicionales en universidades privadas y en centros de preparación preuniversitaria, amén de otros "cachuelos", como vender separatas o textos elaborados con la premura de quien casi no tiene suficiente tiempo para investigar. A la sombra de la privatización educativa En el escenario descrito, el gobierno de Fujimori dio el Decreto Legislativo 882 de 1996, verdadera ley universitaria para favorecer la creación de universidades privadas en todo el país, con filiales que han crecido como hongos, a tal punto que del más de medio millón de estudiantes matriculados en la educación universitaria, el 50% corresponde a las privadas (56). En este contexto nace ALAS PERUANAS, de iniciativa castrense y de sospechosas relaciones con Vladimiro Montesinos. Hay que estar seguros de que esta universidad (así hay que llamarla por tiene reconocimiento legal) ha crecido como "crece la sombra cunado el sol declina", o sea cuando la universidad pública es abandonada a su suerte. ¿Qué clase de profesionales puede formar esta mafia supuestamente académica? ¿Cómo es posible que haya profesionales que decidan aceptar Honoris Causa de esta cueva de mediocridad? Todo ello nos indica la podredumbre de no pocos gobernantes y magistrados, cuyos afanes de figuración y de prebendas rebasa el límite de la mínima conducta moral. ¿ALAS PERUANAS es la única universidad privada sumida en las negras aguas del Leteo de la corrupción? Claro que no. El caso de la universidad San Ignacio de Loyola, de propiedad del ex Ministro toledista Raúl Diez Canseco Terry, "Playboy" que legisló prebendas para la familia de su novia, es un ejemplo de cómo entender que una institución propiedad de un inmoral garantizaría la formación de profesionales "emprendedores" para "el progreso del Perú". No se puede soslayar el dudoso proceso de adquisición de la Universidad "San Martín de Porres que regenta el actual Ministro de Educación José Antonio Chang, cuya "escuela de gobernabilidad" dirigida por el Presidente Alan García están dando los frutos, nada auspiciosos, que todos conocemos, con Rómulo León como el alumno más aprovechado del ¡tercio superior". Si hurgáramos en la vida interna y los manejos financieros de cada universidad privada, observaríamos mejor el nefasto papel que viene cumpliendo la educación privada en nuestro país, no solamente en el campo académico, sino en la (de) formación moral de nuestra juventud. Las voces de "profesionales emprendedores", profesionales competitivos", "líderes empresariales" y otras monsergas que el neoliberalismo ha vulgarizado en estas últimas dos décadas, no son sino taparrabos de una ideología individualista que promueve la corrupción, el autoengaño y la farsa educativa que campea en nuestros predios de hegemonía de los mediocres gobernantes y sus funcionarios. Hay que resistir y luchar sin tregua Como nos dice Ernesto Sábato en sus libros "La resistencia" y "Hasta el fin", la derrota de hoy es pasajera. Los bribones reirán en estos tiempos, pero días vendrán en que las fuerzas espirituales más nobles extenderán sus alas la esperanza en un mundo mejor. En el caso que nos ocupa, hay que seguir resistiendo la avalancha neoliberal; la campaña de los testaferros del neoliberalismo; los negociados de los comerciantes de la educación que vienen amasando ingentes ganancias favorecidos por un Estado que les sigue otorgando el privilegio de negociar con los anhelos de superación de nuestro pueblo. La firma del TLC es uno de los mecanismos que tiene la industria transnacional de la cultura para venir a invertir en educación con el postulado de que la educación no es un derecho sino un servicio y, como todo servio, en el argot de la Organización Mundial del Comercio, es una mercancía, por lo tanto, transable y sujeta a compra y venta en el libre mercado. La lucha por una nueva educación, transformadora e integral, democrática y popular, laica, basada en la escuela pública gratuita y universal, al servicio de un proyecto nacional de desarrollo que hay que construir como parte de la conquista del poder, sigue más vigente que nunca. Iquitos, corazón de la Amazonía peruana, noviembre 14 del 2009. José Ramos Bosmediano, educador, miembro de la Red Social para la Escuela Pública en América (Red SEPA, Canadá), ex Secretario General del SUTEP, Asesor Pedagógico del SUTE Regional Loreto.
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miércoles, 11 de noviembre de 2009

El Ministro José Antonio Chang y Elba Esther Godillo -

Mensaje

: Ambos están en problemas. El Ministro, porque está evadiendo el asunto principal: dar cuentas claras del dinero donado por la Presidenta del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores en la Educación) de México como contribución para los damnificados por el terremoto de Ica. La profesora Elba Esther, porque en su país su sindicato está enfrentando un conflicto interno debido a su orientación abiertamente neoliberal, al lado del gobierno conservador del PAN, pues los maestros progresistas vienen impulsando protestas contra lo que consideran una traición de la Gordillo. Ante el enfrentamiento entre el Ministro Chang y el parlamentario Santos, del PNP, precisamente en torno a los 750 mil dólares US donados, es necesario que se conozca mejor el origen de la disputa, mejor dicho, qué ha hecho que la dirigente mexicana decida donar esa suma de dinero, cuando en su país el presupuesto de la educación sufre más recortes y empobrece más a la escuela pública mexicana, una de las más importantes en América Latina hasta la década de los 80, antes de que la reforma neoliberal empezara a desgastar los cimientos de la escuela pública que implantara Benito Juárez y luego fortaleciera la Revolución de 1910-1917. ¿Quién es la profesora Elba Esther Gordillo y qué hace hoy? Cuando la conocí en 1990, en un evento internacional de educación organizado por el SNTE, bajo su Presidencia, formaba parte del PRI, el Partido Revolucionario Institucional que, en aquel momento, tenía en la Presidencia de México a Carlos Salinas de Gortari, cuyo gobierno propició la firma del TLC con Estados Unidos y Canadá, gobierno que concluyó en medio del bochorno por los malos manejos de los fondos del Estado. En aquel período gubernamental, la dirección sindical de Elba Esther facilitó a su gobierno reformar el artículo III de la Constitución mexicana ("el III constitucional", dicen los mexicanos) para facilitar la aplicación del proyecto educativo neoliberal de privatización de la educación, la desregulación del trabajo docente y todas las políticas tendientes a minar la estructura de la educación pública mexicana. Pude leer un inmenso texto que "fundamentaba" la necesidad de esa reforma y erosionaba los postulados de la educación gratuita, obligatoria y laica de la educación mexicana. Líderes magisteriales de las secciones sindicales del Distrito Federal y de otros estados empezaron a trabajar por una alternativa de dirección sindical acorde con la defensa de la escuela pública y de los derechos de los maestros, lucha que hoy se viene fortaleciendo en alianza con los estudiantes universitarios. En febrero del presente año, mientras asistía a un evento de la Red SEPA en la capital mexicana, pude comprobar que Elba Esther no solamente mantenía su posición neoliberal, sino que, para avanzar más hacia el neoconservadurismo, se había desligado de su antiguo partido y se había aliado con el gobierno del PAN. Desde esta nueva posición, colabora abiertamente con la implementación de las políticas neoliberales del Presidente Calderón. En la práctica, el SEP (Secretaría de Educación Pública, Ministerio, en realidad) con el SNTE dirigen la educación mexicana. En tal sentido, ambos han formado el ACE (Acuerdo para la Calidad Educativa, con parecidos a lo que se hace también en el Perú: "Acuerdo por la Educación", "Acuerdo Nacional"), cuyas políticas prioritarias son las evaluaciones estandarizadas a los maestros y alumnos, al mismo estilo de lo que está ocurriendo en el Perú. ¿Y cómo se gastó el dinero, señor Chang? Difícil de saber, como no se sabe bien qué ocurrió con todo el dinero de FORSUR en Ica, cuyos administradores han sido evacuados de la "zona de peligro". Las torpezas de ciertos legisladores, sus afanes puramente figurativos, favorecen al Ministro Chang. Sin tener las pruebas suficientes, usan calificativos que convierten en víctima a quien debe dar cuenta. En lugar de demostrar lo que ingresó y lo que en realidad se gastó y en qué, especulan con supuestos. El Ministro recurre a su defensa legal para paralizar la pesquisa y continuar como el "mejor" Ministro de toda esta saga neoliberal aprista. Acostumbrado a los negocios, el Ministro Chang ha venido evadiendo los asuntos de la edición de libros y de la venta del edificio del Ministerio de Educación, trasladando este Portafolio a una infraestructura que podría servir, más bien, para almacenar carretillas y no para administrar la educación de un país. Sin duda alguna, la sede actual del Ministerio de Educación corresponde a la concepción mercantilista que sobre la educación tienen los neoliberales. Si tuviésemos una Controlaría General con suficiente fuerza como para investigar, sería más fácil exigir al Ministro Chang que rinda cuentas. Desde el Parlamento será difícil conocer la verdad. Al final, hasta los periódicos "independientes" darán la razón al Ministro. Pero una cosa quedará clara: no sabremos en qué se gastó al dinero, pues no es descabellado suponer que la implementadora de las pruebas estandarizadas en México haya extendido su apoyo al que aplica tales pruebas en el Perú. Iquitos, corazón de la Amazonía peruana, noviembre 7 del 2009 . Por: José Ramos Bosmediano, educador, miembro de la Red Social para la Escuela Pública en América, ex Secretario General del SUTEP
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¿Colegios emblemáticos o reforma educativa integral? -

Mensaje

: Las tantas reformas educativas promovidas en el Perú por los gobernantes republicanos se han caracterizado, con mayor o menor dosis, por sus planteamientos superficiales al no haber respondido a las causas históricas y estructurales de la crisis de nuestra educación. También por su tendencia al trasplante de ideas y programas, cuando no de órdenes expresas, de reformas extranjeras. Una tercera característica que se observa es el empirismo de las políticas educativas, que lleva a visiones parciales y a medidas de la misma naturaleza, creyendo que tocando uno de los elementos se resuelve el sistema en su conjunto. Lo que han hecho, en el fondo, es ahondar más la crisis y generar mayores desigualdades culturales y educacionales. En las dos oleadas de reformas educacionales patrocinadas por el Banco Mundial en América Latina (décadas de los 60 y 70 y la iniciada en los 80-90 del pasado siglo XX), los gobernantes peruanos han participado con especial euforia, endeudando al país para obtener nada menos que rotundos fracasos. Consciente de que todos los reacomodos que viene haciendo a la reforma educativa neoliberal que impusiera el fujimorismo y que, con algunos toques tecnocráticos (Plan Huascarán, por ejemplo) continuara el gobierno de don Alejandro Toledo, el actual gobierno aprista ha lanzado su proyecto de "colegios emblemáticos", sobre la base de los restos de un pasado educativo que hace tiempo periclitó: los antiguos colegios de origen virreinal-republicano y las grandes unidades escolares que fundara la dictadura de don Manuel A. Odría. En el fondo, los muertos se reencarnan en el supuesto modernismo de los neoliberales para esconder los verdaderos objetivos de la "nueva propuesta emblemática". Nuevamente el entusiasmo que generó el fracasado bachillerato del fujimorismo en caída libre de sus últimos 3 años de latrocinio. ¿Emblemas con el neoliberalismo? La educación peruana actual se rige hoy por la Ley General de Educación 28044 (2003) que legaliza e institucionaliza toda la reforma educativa neoliberal de los mencionados años 90. Su espíritu y sus objetivos estratégicos se enmarcan en el Estado neoliberal, economía de libre mercado, tendencia privatizadora fundamental, desregulación laboral de los trabajadores en la educación a través de las evaluaciones estandarizadas, recorte sistemático del presupuesto para la escuela pública con municipalización de la educación de por medio, recomposición del currículo constructivista del "nuevo enfoque" cuya cuarta versión constituye el Diseño Curricular Nacional 2009, para no mencionar otros elementos de la reforma fujimorista. En este escenario de reforma fracasada, aparece la propuesta de "colegios emblemáticos" con una inversión que permita remozar las viejas estructuras, hacer atractivos los ambientes físicos, alargar el horario de trabajo docente, garantizar alimentación a los estudiantes y, por cierto, dar la imagen de una preocupación importante por "mejorar la calidad de la educación", como han venido pregonando los reformadores neoliberales de los últimos 20 años. Es indudable que los directores de los colegios seleccionados y, seguramente, la plana docente, debe sentirse honrada por la propuesta, como ocurrió, en su momento, cuando el fujimorismo convirtió a ciertos colegios en pilotos de su ramplón bachillerato. Es lamentable que en el Perú se pueda aún considerar como plausible la posibilidad del neoliberalismo para producir emblemas en el campo de la cultura y la educación. Un emblema es el resultado de un proceso de cambios fundamentales en la estructura de una sociedad; no la imposición de una medida política para maquillar el fracaso de una política educativa como la actual. Lo emblemático es el resultado de las nuevas fuerzas espirituales que se despliegan para abrir los horizontes de una nueva vida. Creer que bajo el imperio del neoliberalismo, en evidente proceso de fracaso, se puede construir un emblema, no pasa de ser una utopía, cuando no una nueva maniobra demagógica de la cultura política criolla que nos domina. En el fondo de la propuesta hay motivaciones que la propaganda desplegada y la no poca complicidad de los medios de comunicación con las reformas neoliberales, impiden ver con claridad. El maquillaje del fracaso El gobierno aprista ya está al final de su segunda tanda de fracaso gubernamental. Ha sido incapaz de dotar a la democracia burguesa en crisis de, por lo menos, un ápice de funcionamiento normal. Ejecutivo y Legislativo, dos pilares de actuación gubernamental, actúan y legislan como en la "república de los cerdos" que Orwell, con su espíritu antisocialista, escribiera a partir de evidentes problemas de dirección en la construcción del socialismo, pero que cae muy bien para las republicas burguesas, cuyos cerdos hoy se acusan de haber producido la crisis financiera mundial. En materia educativa, usando el concepto elitista de la "meritocracia" profesional, quiso imponer el "tercio superior" que el propio Ministro Chang no pudo sortear como alumno de la Universidad Católica, viene aplicando las evaluaciones estandarizadas que han fracasado en los países donde se han impuesto bajo la batuta del Banco Mundial, y se ha propuesto despojar a los maestros de todos sus derechos profesionales para convertirlos en permanentes competidores para lograr algunos "incentivos" dentro de una nueva Carrera Pública Magisterial (Ley29062) que es, en realidad, la desprofesionalización de la carrera docente. ¿Qué se pretende maquillar con los "colegios emblemáticos? Primero, la ausencia de un proyecto educativo nacional integral y nuevo, democrático y moderno, con una escuela pública como soporte principal de la nueva educación que el Perú requiere. Segundo, en su lugar, una medida parcial para engañar al pueblo, concentrando un cierto porcentaje de la inversión educativa en un sector insignificante de la población escolar, que se convertiría en sector privilegiado frente a los millones de niños de las escuelas publicas realmente abandonadas, con un magro presupuesto que disminuye año tras año. Tercero, el objetivo político de segmentar a los maestros en "mejores" y "peores" para impedir su unificación que les permita luchar por sus derechos profesionales, situando a los "mejores" en los denominados "colegios emblemáticos", maestros que, en adelante, orientados por la psicología del pequeño burgués arribista, se sentirán, efectivamente, "los mejores" del país, como antes se autopercibían los maestros de educación secundaria frente a los del nivel primario, conducta que no es sino la expresión de uno de los elementos de la cultura criolla dominante que han estudiado nuestros más esclarecidos sociólogos. Cuarto, lo que mejor se maquilla con la propuesta "emblemática" es la concepción elitista de la cultura y la educación que campea en los predios neoliberales y que también orientó el pensamiento y la acción educativa de reformadores como Alejandro Deustua, quien pretendía impulsar el progreso del Perú educando a una élite, sin interesarse por las grandes mayorías indígenas de ese tiempo (fines del siglo XIX y principios del XX). Esta concepción elitista tiene, en el Perú de hoy, muchos promotores, generalmente dueños de centros de educación privados, verdaderos empresarios del negocio educativo, como el propio Ministro José Antonio Chang. Un conocido "educador", como León Trahtenbert, ha venido proponiendo la formación de élites magisteriales para que sus integrantes vayan multiplicando su sapiencia entre los demás, supuestamente "ignorantes", llegando a proponer, inclusive, el despido de no menos del 50% de los maestros en actividad. Estamos, pues, ante una nueva expresión de exclusión educativa en aras de formar élites por encima de los demás. La concepción del "goteo" y del "chorreo" que los neoliberales no han podido demostrar en la realidad, hoy se traslada al "chorreo" de la educación de una supuesta élite hacia abajo, como un efecto casi mecánico. Vana opción de los que ayer tanto pregonaban la "justicia social". Nada más oportuno hoy que fortalecer la lucha ideológica, política y pedagógica para la construcción de una alternativa de nueva educación: transformadora y liberadora, integral, democrática, patriótica, científica, gratuita y universal, laica y de coeducación obligatoria, financiada con no menos del 8% del PBI para la escuela pública renovada, dentro de nuevas condiciones económicas, políticas y sociales definidas en un proyecto nacional de desarrollo de largo plazo. Esta alternativa es diferente y opuesta a la del neoliberalismo y, en general, al capitalismo dominante. Aquí también se da el dilema que planteara José Carlos Mariátegui: capitalismo o socialismo. Iquitos, corazón de la Amazonía peruana, noviembre 6 del 2009. Por: José Ramos Bosmediano, educador, miembro de la Red Social para la Escuela Pública en América, ex Secretario General del SUTEP
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