viernes, 17 de febrero de 2012

La definición del Proyecto Conga está clara




(Por el éxito de la Marcha Nacional por el Agua del 01-10 de febrero 2012)
José Ramos Bosmediano.

Sobre la defensa de la inviabilidad del Proyecto Conga hay tres tipos de argumentación: el que se basa en el valor intrínseco de una cabecera de cuenca por su importancia para la preservación del agua y del medio ambiente, derivando, al mismo tiempo, en la permanencia de las micro cuencas y vertientes de agua hacia las cuencas que van al Pacifico y a la Amazonía peruana, argumentación que es comprendida por toda persona con básicos conocimientos de la geografía física, orográfica e hidrográfica; el que viene de la práctica social, de la vida misma de los campesinos y sus actividades económicas sustentadas (desde los tiempos más remotos) en la presencia permanente de la humedad del suelo, el agua de las vertientes, la lluvia estacional y de los lagos, más la temperatura ambiente que se mantiene por la presencia de los elementos mencionados desde una altura superior a los 3 mil metros sobre el nivel del mar; y el argumento especializado de quienes, por su profesión y la seriedad que se espera de sus análisis, son requeridos para evacuar un estudio del impacto ambiental de determinada actividad (minera en este caso) en el espacio geográfico de las cabeceras de cuenca y otros ecosistemas vulnerables.
Ambas argumentaciones vienen siendo difundidas desde antes del estallido del conflicto y de las manifestaciones del pueblo de Cajamarca, frente a la arrogancia "doctoral" de los que se prestaron para la realización y aprobación de un denominado Estudio de Impacto Ambiental (EIA) promovido y pagado por la Newmont-Yanacocha, defendida hoy, increíblemente, por el gobierno del Presidente Ollanta Humala con una comparsa de algunos alcaldes y otras autoridades de Cajamarca, por la gran prensa capitalina y por un conjunto de "analistas políticos"  que defienden el programa neoliberal.  Increíblemente, decimos, porque el hoy Presidente presentó su discurso programático en Cajamarca con una posición contraria al Proyecto Conga de la minera cuyos intereses hoy defiende ya no solamente con la prepotencia fujimorista de su Primer Ministro Óscar Valdés Dancuart, sino con la ignorancia política más grande que la pirámides egipcias hasta decir que el moderado Presidente de la Región Cajamarca, Gregorio Santos, "es un polpoteano".
La defensa de lo indefendible
Lo que dice la Newmont-Yanacocha no merece discusión, dice el gobierno, pues basta "despejar las dudas" que siguen teniendo los pueblos de Cajamarca sobre "las bondades" del proyecto minero rechazado por los más amplios sectores de la población organizada en el Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca (FDAC), sus bases y el propio Gobierno Regional.
Pretender "despejar dudas" sobre las pretendidas bondades de ese proyecto, uno de muchos otros que vendrán en la misma cabecera de cuenca, es defender lo indefendible y considerar que los que hoy luchan contra él no son sino cortos de entendimiento, "ignorantes", como en 2008-2009 dijera el entonces megalómano Presidente Alan García Pérez cuando los amazónicos, con su población indígena en particular, nos opusimos a sus decretos que ponían en bandeja de plata, para los grades inversionistas,   las  tierras de esa gran región de aguas dulces, extensos bosques, tierras firmes y de vaciantes ("barriales") y una portentosa biodiversidad.  Las matanzas de Bagua del 5 de junio del 2009 demostraron que don Alan García prefirió el enfrentamiento contra el pueblo para defender intereses subalternos.
El análisis que hiciera el Ministerio del Ambiente (MINAM) bajo la conducción del entonces Ministro Giesecke, en realidad, no se oponía tajantemente al Proyecto Conga.  Simplemente ponía en tela de juicio el EIA elaborado bajo la tutela de la minera, siendo necesaria una revisión de su estructura y conclusiones.  Nada más y fue echado del cargo para ser sustituido por al actual, Pulgar Vidal, inequívocamente favorable a llevar adelante el proyecto, previo un "peritaje internacional" que blanqueara el EIA de la minera, pues no otra cosa significa que el tal peritaje "despejaría las dudas" de los cajamarquinos, como señala el objetivo principal de dicho evento.
Dos posiciones, dos intereses frente a la cabecera de cuenca Conga
Aunque Giesecke, en reciente entrevista, dice que se puede explotar los yacimientos de oro y cobre que encierra el Conga sin afectar irreversiblemente el medio ambiente y las fuentes naturales de agua, en cuyo caso existen tecnologías que obligan a gastar más a la minera Newmont-Yanacocha,  su  propuesta, sin embargo, siendo favorable al Proyecto, tampoco es tenido en cuenta por los grandes intereses de los inversionistas, ni por las políticas de inversiones mineras del actual gobierno.
Ha quedado demostrado que el "diálogo" propuesto por el gobierno no admite otra salida que el criollo "sí o sí" a la explotación de la referida cabecera de cuenca, declaración expresa del Presidente Ollanta Humala Tasso, más convencido hoy del cumplimiento irrestricto de los contratos y las concesiones que vienen del fujimorismo y de los gobiernos que le sucedieron en los 10 primeros años del siglo que vivimos, luego de su "triunfal" asistencia a dos foros en Europa,  donde ofreció el Perú a quienes buscan mejores mercados de inversión para aumentar más sus ganancias en circunstancias adversas en los países centrales del capitalismo en crisis. 
La posición del gobierno coincide con los intereses de la  Newmont-Yanacocha y de la gran burguesía peruana enfeudada a los interese imperialistas.  Es una posición irreductible, inflexible, a  tal punto que ni la propuesta del ex Ministro Giesecke es tenida en cuenta por lo menos para discutirla.  Acusan a otros de "inflexibles" sin tener en cuenta su propia inflexibilidad. 
Por el lado del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca y de todas las organizaciones que vienen luchando desde hace muchos meses para defender el Conga, el agua y la vida, la única salida es la preservación del Conga por ser un ecosistema decabecera de cuenca sumamente frágil frente a cualquier alteración artificial de su ciclo de existencia, que no se garantiza con mitigaciones que ofrecen, como se sabe, sustituir las fuentes naturales de agua por reservorios de  concreto armado, como si se tratara de un riachuelo del que se puede prescindir por su escaso impacto en una cuenca.
¿No es un absurdo, acaso, que los defensores del Proyecto Conga vengan diciendo que sin su explotación perderemos el futuro de nuestro desarrollo?  El absurdo ha sido siempre el argumento de los capitalistas y sus defensores desde el poder del Estado para traernos "grandes inversiones" y mantenernos como país pobre, profundamente desigual y subordinado a sus intereses. 
Esta verdad está en el fondo de la reacción de la población peruana frente a los actuales inversionistas protegidos por normas elaboradas por sus propios consultores y altos funcionarios del Estado peruano que luego pasan a formar parte de los grupos ejecutivos de las transnacionales.
Planteado así el conflicto, toda maniobra tendiente a ablandar a la población cajamarquina con el financiamiento de "obras" por la Newmont-Yanacocha o por los "proyectos de desarrollo" del gobierno central al margen del Gobierno Regional de Cajamarca, no pasan de ser un señuelo para obtener la denominada "licencia social" a favor de la minera, y justificar, si viene al caso, cualquier  intervención punitiva y violenta contra los dirigentes y el pueblo, también contra las autoridades regionales y locales (municipales).  Por de pronto, ya hay heridos, enjuiciados y denunciados.  Con el fujifascista Valdés Dancuart en la cabeza del Consejo de Ministros otro "baguazo" podría ser posible.
Deslindar responsabilidades
En la presente lucha del pueblo de Cajamarca, como los propios defensores de la minera vienen afirmando, se definirá el futuro de las inversiones mineras en el Perú y, consiguientemente, de la defensa de los intereses medioambientales y la dignidad del pueblo peruano.  La contradicción no desaparecerá, pues la lucha del pueblo no puede ser apagada por nadie.
Si  desde el poder del Estado el actual gobierno impone su "s{i o sí" al Proyecto Conga, todas las consecuencias, inmediatas y futuras  serán de su exclusiva responsabilidad.
El pueblo que lucha, a través de sus organizaciones, no puede menos que definir su posición adoptada, sea cual fuere el resultado final. 
Lo que haga el gobierno para favorecer a la transnacional, de ser adversa a los intereses nacionales y del pueblo, no invalidará la entereza de los que hoy defienden el agua y la vida en Cajamarca.
Lima, enero 31 del 2012




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La educación y el negocio de los textos escolares en el Perú

La educación y el negocio de los textos escolares en el Perú
José Ramos Bosmediano, miembro de la Red SEPA, ex Secretario General del SUTEP
 
La semana del 6 al 12 de febrero 2012 tres hechos han concitado la mayor atención de los peruanos: la gran Marcha por el Agua, con el trasfondo de la lucha en defensa de las cabeceras de cuenca y el símbolo de ellas hoy, Conga; la captura del jefe guerrillero senderista FlorindoFlores Hala o camarada "Artemio" en el Alto Huallaga; y el comercio de los libros de texto escolares por un grupo de empresas editoriales.
El caso de la edición y comercialización de los textos escolares, a diferencia de los otros que mencionamos, es parte de un contexto permanente que puede definirse como una suerte de endemia cultural-pedagógica, pero que, manejado por una prensa hipócrita, por políticos ignorantes del hecho educativo y por altos funcionarios del Ministerio de Educación que suelen amenazar a los comerciantes de la educación para "demostrar" su preocupación por la educación de la niñez y la juventud y de los padres de familia, se ha convertido en "cruzada" por la educación.
El gran negocio de la educación en el Perú
La elaboración, edición y comercialización de textos escolares en el Perú, con más profusión en los últimos 30 años, es, apenas, un trocito del gran negocio de la educación en el Perú.
La reforma de la educación actuada por el neoliberalismo reforzó ese negocio pero amplió la cobertura del lucro con la privatización del servicio hasta lograr que la gratuidad de la educación y su carácter de derecho social y humano, casi desaparezca.  El ladrón y criminal Alberto Fujimori solía responder al SUTEP, cada vez que este rechazaba sus decretos privatizadores desde 1991: "en el Perú nunca hubo educación gratuita", tratando de justificar los mandatos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.  Sus sucesores, Toledo Manrique y García Pérez, asumieron el programa para reducir las responsabilidades del Estado en materia de educación, barnizado con programillas y cierta infraestructura "emblemática", más el reparto de computadoras, toda la reforma educativa de los años 90 del siglo pasado.
No menos del 50% de los gastos en la educación pública, especialmente en la superior, corre a cuenta de los padres de familia, un sobreimpuesto obligado por la sistemática reducción del presupuesto dedicado a la educación.  En la jerarquía de la educación privada se expresa también la diferencia entre los más ricos y una capa de ilusos pequeño-burgueses que "invierten" en la educación de sus hijos.  Como si fuera un gran descubrimiento, se "denuncia" los cobros en miles de dólares para que un niño se matricule en ciertas escuelas de "calidad".
El negocio del que hablamos comprende: la propiedad de las escuelas, los cobros por matrícula y otros  "derechos", la comercialización de uniformes y textos escolares por los mismos propietarios, la contratación de maestros por salarios miserables y exentos de derecho sociales, la prolongación de la jornada escolar y del propio año lectivo sin mejorar el salario magisterial. Estos mecanismos, sin embargo, que la privatización de la educación no ha generado la superación de la crisis de la educación en el Perú; más bien ha profundizado  el caos curricular y axiológico en nuestra educación, subsumida ya en ese pozo de la anomia moral en se desenvuelve la vida económica, comunicacional, social y política del país, sintetizada como corrupción.
El resultado de este proceso es la generación de empresarios "educativos" que en poco tiempo han ampliado sus actividades (negocios), especialmente en el campo de la educación superior.
Pero volviendo a los libros que se venden como textos escolares, el negocio involucra a directores y maestros, no porque estos tengan una concepción crematística de la educación, sino porque es la oportunidad de agregar a sus magros salarios unos ingresos anuales más que, en el mejor de los casos, no pasan de 1000 soles para quienes aceptan las ofertas de los propietarios de las editoriales dedicadas a este negocio.  Por supuesto que no todos los maestros ni directores suelen caer en el remolino del negocio educativo.
Entre la demagogia y la solución del problema de los textos escolares
Son tantas las ganancias que genera la producción y comercialización de textos escolares en el Perú que los propietarios del negocio, ante la bulla generada y el peligro de ser sancionados, están ofreciendo una rebajo de hasta 40% del precio de sus textos. Seguramente los que han levantado la polvareda de los libros de texto se pondrán contentos por el resultado de su faena "a favor de los padres de familia".
Los demagogos del Congreso creen que con la modificación de la ley correspondiente y las sanciones que establecen resolverán el problema. 
Los demagogos del Ministerio de Educación también han salido a explicar cómo seguir usando y reusando los textos escolares, lo que implica un nuevo formato de redacción, quitando de los textos las partes que el estudiante debe "llenar" con sus respuestas, conocida maña para volver a un texto en descartable. ¿Por qué no hicieron esta poda hace 5, 10 o 30 años, o por qué autorizaron la producción de textos escolares con ese formato?
Hasta un ejecutivo de la editorial Santillana ha salido a "enseñar" cómo debe ser un texto escolar, como si los suyos fueran excelentes libros, pretendiendo confundir negocios con pedagogía.  Y la Cámara Peruana del Libro también pretende sacar el cuerpo "denunciado" a las editoriales que no están afiladas a esa entidad, cuando no se trata aquí de afiliación o no, sino de la intromisión de un negocio en las aulas escolares, vengan de donde vengan los textos escolares. 
No podría extrañarnos que, en lo inmediato, gobierno y editoriales llegarán a un "consenso" para encontrar la solución, de tal manera que los textos escolares sigan en el mercado, seguramente con precios más bajos, con formatos determinados y bajo la "libertad" de los padres de familia para comprarlos o no.  ¿Y quién recomendará los padres de familia cuál es el mejor texto para su hijo? ¿El Director de escuela o el profesor de aula o de materia de estudios? ¿O el Ministerio de Educación? ¿O las técnicas del marketing? ¿O el Comité que se forme para ese menester?  En cualquier caso el negocio continuará en aras de la "libertad de elegir"  de los gurúes del neoliberalismo.
La necesidad de los textos escolares
Para los estudiantes los textos escolares son imprescindibles para reforzar los conocimientos que el maestro está obligado a ofrecer sistemática y dosificadamente, pero al mismo tiempo, para que ellos, individual y colectivamente, puedan descubrir dichos conocimiento de acuerdo con las recomendaciones del profesor.
Para que un texto escolar sea útil pedagógicamente debe estar sometido a ciertos requisitos: a) contenido científico, lo que solo será posible si ha sido elaborado por investigadores en la materia correspondiente y no por quienes simplemente copian y pegan de otros libros, como ocurre actualmente; b) redacción correcta, sin faltas ortográficas y sintácticas, diferente a lo que viene ocurriendo; c) presentación sobria del contenido principal y sus ilustraciones, de tal manera que lo colorido no opaque el significado; d) información suficiente para la edad de los estudiantes y el nivel y grado de estudios, ni muy limitado al programa ni muy ampuloso.
Al respecto, son memorables los textos preparados por el Dr. Puccinelli sobre literatura, Filosofía y Lógica por los Dres. Francismo Miró Quesada Cantuarias y Augusto Salazar Bondy, Filosofía y Psicología por el Dr. Wálter Peñaloza Ramella, Historia Universal por el Dr. Alfredo Rebaza Acosta, Historia del Perú por el Dr. Pablo Macera y por Gustavo Pons Musso, para mencionar solo algunos que más han sobresalido en el campo de las ciencias humanas y sociales.
Pero ningún texto escolar puede suplir a un profesor, su preparación académica y su permanente revisión de los conocimientos especializados y de la cultura en desarrollo permanente.  Para los profesores deben existir libros de consulta de suficiente solvencia científica.  En Costa Rica y en México los gobiernos entregan gratuitamente textos de consulta para que los maestros enriquezcan su información en el proceso de la preparación de sus clases.  En Cuba, bueno es decirlo, todos los estudiantes tienen material de consulta gratuitamente, pues nadie lucra, en ese país, con la educación.
El problema solo se solucionará cuando el Ministerio de Educación encomiende a personas idóneas, académicamente hablando, la preparación de los textos escolares para su distribución gratuita en todas las escuelas de Perú.  Pero no como lo vienen haciendo los últimos gobiernos, con redacciones lamentables y negocios de por medio.
Toda la "discusión" armada y las "soluciones" propuestas en estos días  son  medidas que nada tienen que ver con la pedagogía.
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