José Ramos Bosmediano
Sobre la defensa de la inviabilidad del Proyecto Conga hay tres tipos de argumentación: el que se basa en el valor intrínseco de una cabecera de cuenca por su importancia para la preservación del agua y del medio ambiente, derivando, al mismo tiempo, en la permanencia de las micro cuencas y vertientes de agua hacia las cuencas que van al Pacifico y a la Amazonía peruana, argumentación que es comprendida por toda persona con básico conocimiento de la geografía física, orográfica e hidrográfica; el que viene de la práctica social, de la vida misma de los campesinos y sus actividades económicas sustentadas( desde los tiempos más remotos) en la presencia permanente de la humedad del suelo, el agua de las vertientes, la lluvia estacional y de los lagos, más la temperatura ambiente que se mantiene por la presencia de los elementos mencionados desde una altura superior a los 3 mil metros sobre el nivel del mar; y el argumento especializado de quienes, por su profesión y la seriedad que se espera de sus análisis, son requeridos para evacuar un estudio del impacto ambiental de determinada actividad (minera en este caso) en el espacio geográfico de las cabeceras de cuenca y otros ecosistemas vulnerables.
Ambas argumentaciones vienen siendo difundidas desde antes del estallido del conflicto y de las manifestaciones del pueblo de Cajamarca, frente a la arrogancia "doctoral" de los que se prestaron para la realización y aprobación de un denominado Estudio de Impacto Ambiental (AIE) promovido y pagado por la Newmont-Yanacocha, defendida hoy, increíblemente, por el gobierno del Presidente Ollanta Humala con una comparsa de algunos alcaldes y otras autoridades de Cajamarca.
La defensa de lo indefendible
Lo que dice la Newmont-Yanacocha no merece discusión, dice el gobierno, pues basta "despejar las dudas" que siguen teniendo los pueblos de Cajamarca sobre "las bondades" del proyecto minero rechazado por los más amplios sectores de la población organizada en el Frene de Defensa Ambiental de Cajamarca, sus bases y el propio Gobierno Regional.
Pretender "despejar dudas" sobre las pretendidas bondades de ese proyecto, uno de muchos otros que vendrán en la misma cabecera de cuenca, es defender lo indefendible y considerar que los que hoy luchan contra él no son sino cortos de entendimiento, "ignorantes" como en 2008-2009 dijera el entonces megalómano Presidente Alan García Pérez cuando los amazónicos, con su población indígena en particular, nos opusimos a sus decretos que ponían en bandeja de plata para los grandes inversionistas las tierras de esa gran región de aguas dulces, extensos bosques, tierras firmes y de vaciantes ("barriales") y una portentosa biodiversidad.
El análisis que hiciera el Ministerio del Ambiente (MINAM) bajo la conducción del entonces Ministro