José Ramos Bosmediano, educador, ex Secretario General del SUTEP
Han pasado 13 años de aquel 24 de octubre de 1998, día en el cual, en la ciudad de Iquitos, la denominada capital de la Amazonía peruana, capital de la región Loreto en la geografía política del Perú actual, se dio un enfrentamiento de las masas enardecidas, del pueblo de Iquitos, con las fuerzas represivas de la dictadura fujimontesinista (1990 -2000). Se podría denominar ese día en Iquitos como "un día de ira", título de una de las novelas del novelista español Arturo Pérez-Reverte, que relata la lucha del pueblo español un primero de mayo de 1808 para arrojar al invasor francés.
La primera parte del título de este texto recoge el de un cuento del escritor loretano, poco conocido, Jorge Rojas Panduro, "Entre octubre y la nada", correspondiente a su libro "La boa del diluvio" (Iquitos, Perú, 2005), un cuento que relata la trágica aventura de un lustrín (Shaque) que, buscando clientes para su menudo trabajo de supervivencia, se ve involucrado en el remolino humano de protesta en la Plaza 28 de Julio, gran plaza de luchas populares, democráticas y patrióticas, también escenario de las manifestaciones de la izquierda loretana.
Jorge Rojas nos entrega el ambiente de aquel día que envuelve la breve vida de Shaque:
En cambio, las voces fuertes que en los días de desborde humano rugen como el ventarrón espantando a las palomas, tienen el olor del enfado colectivo que atosiga al contingente armado, que unas veces arremete, otras confuso, tal vez piensa en la razón que a pesar de todo vence. También Shaque estaba contagiado de la cólera ciudadana en eso días de grandes concentraciones de gente (…)
Más adelante enriquece el momento que se vivía en Iquitos:
Comprender lo que de pronto ese día empezó a suceder, era complicado para Shaque. El furor de los que tenían la bandera pidiendo la paz cuando enseñaban los puños, sobre un tablado que se construyó a un costado de la plaza. El conglomerado impetuoso que llegaba a protestar la protesta de los otros, hasta arrebatar el símbolo patrio que debe estar al lado de los legítimos defensores de la nacionalidad porque "la paz tenía que ser con dignidad porque Tiwinza era dignidad, en fin porque este era un problema de amor a la tierra donde nació también él. Quizás por eso siente que algo empieza a bullir en su interior.
La lucha patriótica del pueblo loretano
En todos los conflictos y guerras en defensa de las fronteras del Perú que han comprometido a la Amazonía peruana, los loretanos han puesto todo lo que ha estado a su alcance. Así fue durante la confrontación con Colombia y, claro, con Ecuador por la posesión de vastos territorios amazónicos que los del Norte consideran suyos.
Cuando la paz parecía sellada luego de la guerra de 1941 que dio paso al denominado Tratado de Amistad y Límites de 1942, mediando cuatro países garantes, en 1981 rebrotaron los enfrentamientos bélicos, que luego se repitió en 1995.
Así como para el pueblo ecuatoriano hay una deuda de territorios, que sus historiadores y ensayistas fundamentan y sus políticos y jefes militares agitan, así también en el Perú es inconcebible ceder territorios de Tumbes, Jaén y Maynas, convicción que es comprensiblemente férrea, más férrea que en el resto del país, en el pueblo loretano.
Por eso, cuando rompiendo el Tratado de 1941, tanto los gobiernos de Ecuador y Perú de esos años de los 90 del siglo pasado, como también los países garantes (Estados Unidos, Brasil, Chile y Argentina), se propusieron revisar el Tratado y firmar uno nuevo haciendo "concesiones mutuas", el pueblo de Loreto se levantó contra la dictadura de Alberto Fujimori, cuya presencia en el gobierno empezada a ser vapuleada con la fuerzas de grandes movilizaciones en Lima y el destape de sus fechorías gubernamentales.
La necesidad de organizar la lucha dio origen a la fundación del Frente Patriótico de Loreto, cambio oportuno del histórico Frente de Defensa de Loreto constituido para la lucha contra la dictadura militar de los años 70 del siglo XX.
El día de la ira loretana
Al acercarse la firma del Tratado de Itamaratí, que contemplaba algunas concesiones al gobierno de Ecuador en materia de territorios, navegación y comercio, el pueblo de Loreto organizó una gran manifestación para el día 24 de octubre de 1998, en la cita plaza 28 de Julio.
El Jefe de la V Región Militar con sede en Iquitos, General José Villanueva Riesta, hoy preso por ladrón al lado de Fujimori, Montesinos y muchos otros militares, entre los cuales sobre sale el General Di Bari Hermoza, Jefe militar máximo del Perú en esos años, encerró con sus soldados y policías a los manifestantes para impedir la manifestación, mientras él y la burocracia del gobierno regional designado desde Lima departían en uno de los pisos de un Hotel cerca a la Plaza 28 de Julio.
Los dirigentes buscaron dialogar con el jefe militar, pero éste y sus acompañantes, para evadir cualquier contacto con los manifestantes, huyeron en sus vehículos atropellando a la gente y matando a una profesora y una niña, lo que originó el desborde de los manifestantes hasta generar incendios y saqueos en la ciudad.
Al margen de la firma del Tratado de Itamaratí, el pueblo loretano reivindica esa gesta patriótica como el Día de la Dignidad del Pueblo de Loreto. Hay el sentimiento del patriotismo herido por la política internacional de la dictadura fujimontesinista. Los loretanos seguimos pensando que será difícil cumplir con el Tratado Fujimori – Mahuad. No hay que olvidar que dos de los países garantes, Argentina y Chile, ayudaron a pertrechar con armamento a Ecuador durante la guerra de 1995. Razón suficiente para pensar que Estados Unidos armó todo el conflicto y luego el Tratado para establecer una paz que le permitiera generar mejores condiciones para consolidar su dominio neoliberal, Plan Colombia, ALCA y TLCs de por medio.
En el pueblo loretano, mientras tanto, el sentimiento patriótico no ha decaído. Los Shaque seguirán lustrando zapatos con el corazón ardiente de la patria.
Iquitos, octubre 23 del 2011
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