lunes, 31 de octubre de 2011

JOSÉ RAMOS BOSMEDIANO: RENDIMIENTO ESCOLAR Y CONTEXTO SOCIAL


(A propósito del "bajo nivel" del aprendizaje en Loreto)

José Ramos Bosmediano, educador, miembro de la Red Social para la Escuela Pública en las Américas (Red SEPA, Canadá), ex Secretario General del SUTEP (Perú)

 

Desde fines de los años 90 la UNESCO, luego la OCDE con las pruebas PISA para medir el rendimiento escolar en matemáticas, lenguaje y ciencias, se ha venido "descubriendo" que en la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños el rendimiento escolar en tales áreas del conocimiento es  más que deficiente.  Pero también se "descubrió" que en un país tan bloqueado por el capitalismo imperial de Estados Unidos, Cuba, esas mismas pruebas eran respondidas con gran solvencia cognoscitiva por los estudiantes cubanos, sobrepasando a los propios estudiantes  chilenos, cuyo sistema educativo es considerado (todavía) como el modelo a seguir, según los reformadores neoliberales del Perú y de otros países, opinión (eso es, opinión, no doxao verdadero conocimiento) que hoy estalla frente a la experiencia de los propios estudiantes y padres de familia de Chile, cuya lucha tiene como objetivo, nada más ni nada menos, de cambiar el sistema educativo de su país.

Frente al nuevo "descubrimiento" del menor nivel de rendimiento escolar en Loreto comparado al de otras regiones del Perú, no ha faltado un ciudadano que, repitiendo las absurdas afirmaciones sobre la responsabilidad del sindicato de maestros en los bajos resultados del rendimiento escolar en el Perú, enfila su "crítica" al SUTE Loreto y, desde luego, a los maestros loretanos como causantes de la crisis de nuestra educación.  Sus opiniones, vertidas en un diario de Iquitos (La Región, 29/10/2011, p. 12) en la forma de Entrevista, no son sino la copia fiel de las interesadas e ignorantes opiniones de los reformadores neoliberales que desde el gobierno de Fujimori  han venido difundiendo para justificar las políticas de privatización y municipalización de la educación, la desregulación laboral y el congelamiento de los salarios docentes, la reducción del presupuesto en educación y la imposición de la pedagogía constructivista. 

El ciudadano opinante, muy suelto de huesos y de olvido, recomienda una serie de medidas administrativas que él y su grupo político (UNIPOL), precisamente, no aplicó cuando gobernaron la Región Loreto y cuando él fungía de Consejero Regional. 

Quienes seguimos de cerca los acontecimientos en el Perú, hemos observado que en el período 1998 – 2002 en que gobernó el mencionado grupo político, la Región Loreto no experimentó ningún avance en términos de desarrollo regional y bienestar para el pueblo.  La pobreza aumentó, los servicios públicos se deterioraron más y, en el colmo de la huachafería y la politiquería criolla, ese gobierno regional convirtió a la  remodelación del Estadio de la ciudad de Iquitos, con dinero de la FIFA con motivo de un campeonato mundial de futbol juvenil, en el más importante galardón.  No se diga que en aquel período la administración regional de la educación estuvo plagada de incapacidad y corrupción.  Esa situación continúa en Loreto con las mismas características aunque con otro grupo en el gobierno regional.

Estudiar el contexto para poder opinar

Lo que dice el ciudadano  Minguillo Chanamé no tiene más importancia que el de servir de motivación para escribir estas líneas sobre los factores que determinan, por un lado, e influyen,  por otro, en el aprendizaje escolar en cada país, región o sector poblacional.  También las áreas del currículo que se pretende medir para tener una percepción más objetiva de la situación del aprendizaje escolar.

Está en circulación uno de los trabajos más importantes sobre esta materia, que deberían estudiar quienes pretenden opinar sobre los resultados del aprendizaje escolar en Latinoamérica y el Mundo, sobre todo en nuestro continente.  Válido también para nuestras regiones y los sectores urbanos y rurales. Se trata del libro "Las ventajas académicas de la educación cubana", del investigador y profesor universitarioMartin Carney (Fondo de Cultura Económica, primera edición en español, México D.F., 2010, 273 pp.), de las universidades de Chicago, y Stanford y del Instituto Tecnológico de California (Estados Unidos), un producto de seria investigación no solo estadística, sino también de campo, visitas de los países, entrevistas con maestros y directores de escuelas, observación y filmación de clases en cada uno de los países, concentrando  su atención especial en tres países: Chile, Brasil y Cuba.  Chile, por haber sido considerado el modelo de reforma educativa a partir de la dictadura militar de Pinochet (1973 – 1990); Brasil, por ser un país de importante desarrollo industrial y también donde las políticas neoliberales, a partir de 1988, se implantaron en todos los aspectos, especialmente en la educación con la municipalización y las autonomías de los Estados; y Cuba, porque desde antes de las mediciones se observaba ya el enorme avance de su sistema educativo que las mediciones de UNESCO y OCDE no hicieron más que corroborar con una considerable ventaja frente, incluso, al "ejemplo" chileno.

El autor y sus colaboradores (no son de izquierda, sino liberales) manejan una serie de variables para responder a la pregunta fundamental sobre la superioridad del sistema educativo cubano y, concretamente, del  aprendizaje de los estudiantes de la patria de Martí: ¿qué es lo hace la superioridad del sistema educativo cubano frente a países supuestamente libres y en despegue económico? En un espacio tan corto no se puede considerar todas las conclusiones del libro, pero sí algunos hechos importantes que "marcan la diferencia":

1.       Para los gobernantes cubanos, a partir de su victoria en 1959, el objetivo más importante de su revolución fue, y sigue siendo, dotar a su población, especialmente a la niñez y juventud, de una educación integral en igualdad de condiciones y facilidades:  alimentación, vivienda, salud, transporte y ocupación para sus padres, bajo la conducción y responsabilidad del Estado; mientras que en Brasil y Chile esas condiciones se caracterizan por acrecentar las diferencias de clase, de medio urbano y rural, etc., reproduciendo las desigualdades en el plano y de la cultura y la educación;

2.       Si bien es cierto que en Brasil y Chile hay mayores opciones para que los padres de familia escojan la escuela que consideran más conveniente para sus hijos, su elección deriva en cambios permanentes frente a las ofertas en un sistema de libre mercado, produciendo inestabilidad emocional en los estudiantes al cambiar constantemente de escuela; situación que en Cuba, al no ser la educación un problema de oferta y demanda, por tanto, de lucro para los administradores de las escuelas subsidiadas (municipales y privadas), hay una evidente  concentración de los estudiantes en el estudio; la "libertad de  enseñanza" en Brasil y Chile solo conduce a acrecentar las desigualdades;

3.       En Chile y Brasil los estudiantes están influidos por un contexto social de pobreza para la mayoría de su población, cuyas expresiones de hambre, inestabilidad familiar, violencia delincuencial, pandillaje y drogadicción son evidentes;  mientras que en Cuba, la "pobreza" no es falta de salud, de vivienda, de materiales de estudio, de escuelas bien dotadas, de alimentación, ni mucho menos el entorno familiar y social se caracteriza por la violencia;

4.       En Chile y en Brasil la situación de los maestros, independientemente de su preparación profesional, es muy diferenciada según las escuelas (privadas o públicas subvencionadas), generando en los maestros rendimientos heterogéneos; mientras en Cuba, que además de haberse preocupado por preparar adecuadamente a sus maestros, estos no están en situación de inferioridad frente a los demás profesionales y tienen abiertas las posibilidades de seguir estudiando bajo el apoyo del Estado, por tanto, no están sometidos a un sistema de competencia individual para elevar sus remuneraciones que, en términos monetarios, son bajos, pero con una enorme compensación en  servicios de salud y educación para ellos y sus hijos, entre otros beneficios sociales y profesionales;

5.       En Brasil y Chile la evaluación de los maestros se ha convertido en un sistema de presión permanente con métodos estandarizados y supuestamente meritocráticos; en Cuba hay un sistema de supervisión y evaluación permanente y en las escuelas, no para presionar a los profesores ni hacer públicas sus deficiencias, sino para que el Ministerio de Educación tome las medidas para introducir reformas o apoyar a los maestros con ciertas deficiencias;

6.       En Brasil y Chile el sistema educativo genera más fragmentación social entre los estudiantes; en Cuba hay cohesión en torno a objetivos colectivos, generando en la conciencia de los niños el interés por el estudio y la formación profesional para servir a su país;

7.       La formación de los niños cubanos es integral y no solamente concentrada en las matemáticas, el lenguaje y las ciencias, lo que no impide que en estas materias tengan la suficiente preparación que, como las mismas evaluaciones han demostrado, es superior a la de Brasil, Chile y demás países de Latinoamérica y El Caribe.

El papel del profesorado y de la escuela es importante pero no suficiente

Considerar que los culpables del  bajo rendimiento escolar son los profesores de Brasil o de Chile, en comparación con los maestros cubanos,  no es una conclusión pedagógicamente adecuada.  El trabajo de la escuela y de los propios maestros está condicionado por lo que el autor del libro, y  otros autores denominan  capital social y capital cultural, es decir, las condiciones concretas en que el niño vive, el seno familiar (conflictivo o no conflictivo, disfuncional o cohesionado), sus condiciones de supervivencia, la clase social (pobre o pudiente), el  medio donde habita (rural, urbano, "residencial" con todos  los servicios, barrial y deprimente, etc.).

Lo que viene ocurriendo es que los neoliberales y sus seguidores, legos en pedagogía, han elaborado un discurso de fuga hacia los maestros.  Incapaces de crear mejores condiciones para la educación de los niños y jóvenes, tratan de desconocer la importancia del trabajo escolar bajo ciertas condiciones. 

El maestro ideal en las condiciones de una región como Loreto y del Perú en su conjunto es el que desarrolla su trabajo bajo las condiciones de pobreza desplegando un mayor esfuerzo, pero sin dejar de luchar por transformar esas condiciones.


amazonayahuascaramos@yahoo.es

http://vanguardia-intelectual.blogspot.com